Ausencias. De los amigos que yo más quería y en breve trecho me han abandonado, se deslizan las sombras a mi lado, escaso alivio a mi melancolía. Se confunden sus voces con la mía y me veo suspenso y desvelado en el empeño de cruzar el vado que me separa de su compañía. Cedo a la invitación embriagadora, y discurro que el tiempo se convierte y acendra un infinito cada hora. Y desbordo los límites, de suerte que mi sentir la inmensidad explora y me familiarizo con la muerte. |
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